Cinco de los siete denunciados por el Oviedo -uno está sin localizar y a otro están intentando identificarlo a través de la matrícula de su coche- prestaron declaración ayer ante la juez que lleva el caso de la demanda del club contra un grupo de sus seguidores un día después de que acudieran los dos empleados presentes en los actos que se denuncian: «tirar contenedores de basura a las puertas de las oficinas del club, a la vez que lanzaban petardos y todo ello con ánimo de impedir que la gente pudiera acceder a las taquillas», según la denuncia. A estos hechos se añadió la acusación de lanzar objetos y colocar carteles contra el consejo de administración.
Uno de los denunciados, Jaime Campillo, vicepresidente de la APARO, reiteró ayer ante la jueza y los abogados que él no estaba presente cuando tuvieron lugar los hechos denunciados. «Tanto el día 17 como el 18 de mayo estuve en unas tertulias radiofónicas», dijo.
Tanto Campillo como el resto de implicados -C. E. F. M., I. L., J. M. V. y V. G. R.-, están defendidos en el caso por Silvino Ronderos y Juan Carlos Fernández. Este último, como ya hiciera tras la vista del miércoles con los empleados del Oviedo, comentó que la denuncia no tiene ni pies ni cabeza y que tras la comparecencia de las dos partes, y si el Oviedo no la retira, algo que la defensa consideraría «rocambolesco, sobre todo porque no sería serio, la justicia está trabajando y no sería serio después de estar aquí dos mañanas», dijo, sólo hay dos caminos posibles. «Ahora mismo la juez tiene que reclamar alguna diligencia que está pedida, como la identificación de un chico que al parecer apareció allí en una furgoneta, y luego las que podamos pedir tanto la acusación como la defensa, algo que no debería demorarse mucho, y a partir de ahí deberá decidir si da curso al procedimiento, o lo archiva», señaló. Fernández, como es lógico, cree que la última opción es la más correcta. «Son chicos que fueron de manera espontánea a expresarse en contra de la política de precios del Oviedo, cosa que era un clamor en la ciudad, y allí se encontraron con una serie de gente que protestaba. Como en todo colectivo, puede haber alguien a quien se le va la mano, pero lo que está claro es que mis defendidos ni lanzaron bengalas ni contenedores, ni rompieron cristales ni nada, si que es cierto que alguno puso algún cartel pero otros ni siquiera estaban presentes». El abogado insistió en que «la denuncia no tiene sentido y a estos chicos se les ha puesto como cabeza de turcos», y apuntó que «para nada vamos a justificar la violencia, pero hay que actuar con justicia tanto para unos como para otros».
Fuente: www.lne.es/deportes/